"HANS EL ERIZO"
"HANS EL ERIZO"
Una pareja de campesinos pobres tiene
dificultades para tener un hijo, la esposa en su afán de lograr el ansiado
hijo hace caso de cuanta recomendación escucha, hasta que manifiesta su
deseo al decir “Quiero un hijo, no me importa si está hecho de mazapán o
potaje, o si es feo como un erizo; quiero un hijo”. En ese instante
quedó hecho, quedó embarazada, porque lo deseó sin importar nada más.
El niño nació, en efecto, feo como un
erizo. La madre lo amó profundamente, pero el padre encontró en el niño
una fuente inagotable de vergüenzas y humillación. El niño creció y se
supo diferente, feo, separado, solo. Finalmente luego de una discusión
con su padre, Hans el Erizo, decide marcharse, al despedirse de su
padre, éste descubre que su piel de púas es suave, tibia. Hans se va, y
poco después
su madre murió de pena.
Mucho tiempo después, un rey se perdió
en un bosque, y al caminar más y más, descubrió en medio del bosque un
castillo en medio de una cascada, imponente y magnífico. Toca la puerta
para pedir ayuda, y le abre el Erizo, éste lo acoge, lo alimenta y lo
cuida. Al día siguiente Erizo lleva al rey a su reino, quien quiere
recompensar a Erizo: “Nombra lo que desees”, a lo cual Erizo dijo:
“Quiero que
en un año y un día me des lo primero que
salga a tu encuentro”. El rey confiado en que sería su fiel perro,
accedió, pero el rey se equivocó, quien primero lo abrazó y le dio la
bienvenida fue su hija, la princesa (de la dulzura y la virtud). En la
lejanía Erizo observó la escena.
Un año y un día después, un ejército de
animales sitió el palacio del rey, entonces el rey ordenó que les abran
las puertas, y al conversar con Erizo, le dijo que cumpliría su promesa.
La noche de bodas, la princesa, ahora
esposa de Erizo, esperaba en la cama con terror. Pero Erizo apenas la
rozó y luego, para sorpresa de la princesa, Erizo se quitó su abrigo de
púas y convertido en hombre salió a caminar en la noche a luz de la
luna. Al día siguiente la princesa vio a su esposo, nuevamente bestia,
entonces pensó que había soñado. Pero la escena se repitió una segunda
noche, entonces la princesa preguntó, y Erizo le dijo: “Si nada dices de
esto por una tercera noche, el amor leal romperá el hechizo, y tendrás
por esposo al hombre y no a la bestia”.
Pero la princesa no pudo contenerse, y
su madre, la reina escuchó el relato de la desconcertada princesa. La
reina le dijo que el único modo de liberarlo del hechizo era quemando la
piel de Erizo. Esa noche, la princesa no hizo caso a su esposo, y al
obedecer a su madre, Erizo se convirtió nuevamente en bestia, y huyó del
castillo.
La princesa quedó desolada, “y pensó y
pensó hasta que hizo un hoyo frente a la chimenea, y supo lo que tenía
que hacer”. La princesa consiguió un par de zapatos de hierro y salió a
buscar a su esposo, y mucho tiempo y distancia discurrieron; y los
zapatos de hierro se gastaron, y la princesa se puso un segundo par, y
éste segundo par de zapatos de hierro también se gastó, hasta que
finalmente encontró
a Erizo. Entonces, le confesó su error, y
le relató su larga búsqueda, y al sujetar a Erizo, el hechizo se rompió
y Erizo dejó de ser bestia, y se convirtió en humano.
Ambos regresaron al reino, y hubo nuevamente una gran boda, y fueron felices para siempre.
La serie “El narrador de cuentos”, es
original de Estados Unidos, y fue muy popular en Perú y América Latina
durante los años noventa (Henson, 1988). En uno de los episodios de esta
popular serie se dramatiza uno de los cuentos recopilados por los
reconocidos Hermanos Grimm, el cuento en cuestión: Hans the Hedgehog cuya versión en inglés se puede encontrar en una publicación británica reciente de Editorial Routledge (Grimm, 2002: 436-440).
Te invito a ver este entretenido cuento
que hermoso cuento
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